El Comté se presenta como una rueda imponente, con una corteza con aspecto de piedra de color beige que adquiere un mayor grosor y dureza con la maduración. Al corte, su pasta es firme, seca y ligeramente granulada, de color marfil, puede presentar algunos ojos aislados del tamaño de una cereza.
Una vez concluido el proceso de afinado que puede ser de 6 a 24 meses, se califica cada lote del 1 al 20, en función de su sabor, textura y aspecto. Los quesos con una calificación mínima de 15 reciben la etiqueta verde Comté Extra; los de entre 12 y 14, obtienen le etiqueta marrón de Comté: mientras que los quesos que reciben una puntuación inferior a 12 no reúnen los requisitos para exhibir la etiqueta AOC Comté.
Los franceses toman el Comté prácticamente a cualquier hora del día. Como se funde bien, se puede encontrar en numerosos platos franceses, como los quiches, las sopas, las tartas y los gratinados o fondues, salsas y ensaladas. Su textura cremosa y sabor afrutado combinan muy bien con el pescado y la carne blanca, así con vinos Jura de la región, por ejemplo, Chardonnay, Chenin Blanc o Viognier.
Este queso tiene la DOP Europea.