Este queso se elabora con leche cruda de vacas que se alimentan a base de hierba y heno. Una parte de la leche se desnata y la mezcla de leche entera y desnatada se coagula con bacterias del ácido láctico y cuajo. Los trozos de cuajada que tienen el tamaño de un grano de maíz se calientan sin dejar de remover hasta que adquieren la firmeza deseada; a continuación, se prensan en el molde. Tras un baño de sal, los quesos maduran a una temperatura de 14-15 ºC y una humedad del 90%. Durante ese tiempo, la corteza se unta regularmente con una mezcla de especias, vino blanco y sal de hierbas, cuya receta es todavía hoy un secreto.
Es un queso redondo con un diámetro de 30-33 cm, una altura de 7-9 cm y un peso que oscila entre 6,4 y 7,4 kg. El color de la corteza seca y plana, es entre amarillo claro y roja amarronada y graneada. La pasta de color marfil a amarillo tiene agujeros del tamaño de un guisante. El queso Appenzeller existe en distintos grados de maduración. El Appenzeller clásico sabe especiado y madura como mínimo tres meses; el surchoix fuerte especiado, como mínimo durante cuatro meses y el muy especiado extra, durante seis meses.
Este queso es ideal para tablas de quesos, fundido, gratinados o solo con pan y miel. Se recomiendan vinos blancos tipo Riesling, ligeramente dulces con un apunte picante y mineral y equilibrada acidez. En Quesarium puedes encontrar los mejores quesos en Barcelona. Este queso suizo también se puede comprar en nuestra tienda online.
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